Juegos Print and Play (Imprimir y Jugar)
Print and Play: Tiny Epic Kingdoms
Desde hace dos años que estoy metido en el ambiente de los juegos de mesa. No el juego de mesa clásico que todos imaginan, si no, más específicamente, los nuevos juegos de mesa. Los que empezaron a hacerse famosos a mediados de los noventa, y que desde entonces no han hecho más que subir su categoría, elevar su fama y esparcimiento, y sobre todas las cosas, su calidad. Pero, como todas las cosas, estos juegos tienen un precio. Un no muy accesible precio, sobre todo para aquellos alejados de los mercados centrales de EEUU, Asia y Europa Occidental.
Los juegos estandarte y reconocidos por todos los fanáticos, cómo Colonos de Catán o Dominion, no se encuentran directamente comercializados en Argentina; acá no hay publicadoras o distribuidoras porque, lisa y llanamente, no hay mercado suficiente. Y es entendible. El problema para nosotros los amantes del hobby es que nos encontramos con que la única forma de conseguir estos juegos o A) desde el exterior, ya sea por algún amigo o familiar que los consiga, o comprándolo y arriesgarnos a que nuestro juego se pierda en el “loop” infinito que es actualmente la aduana argentina, o B) comprar alguna de las copias que venden en alguna de las páginas de compra-venta on-line, como Mercadolibre o Alamaula.com, para nombrar las más conocidas. El problema con éstas últimas es que los precios se vuelven un poco absurdos, estoy hablando de arriba de los $1500 por la copia base de Colonos de Catan o Dominion. No es que no lo valgan, porque ambos de esos juegos son excelentes y tienen un potencial enorme de rejugabilidad. El tema es que al ciudadano promedio le duele un poco destinar cerca del cuarto de su salario a comprar lo que al final del día termina siendo tan sólo un juego de mesa. Hoy, sin embargo, voy a plantear una tercera posibilidad: los juegos “Print and Play”, o Imprimir y Jugar.
Los juegos P&P son una alternativa que desde hace unos años tanto diseñadores como jugadores han considerado como óptima para varias situaciones: el hacer accesible una copia demo del juego antes de plantear la compra del producto final, para cuando un juego se encuentra en etapa “beta” y se necesitan “play testers”, o la anteriormente planteada falta de dinero para una copia completa con componentes de alta calidad. El auge de los sitios de “crowd funding”, entre los cuales se destaca Kickstarter, ayudó mucho a que los diseñadores tomaran la opción de publicar una versión gratuita de sus juegos, o al menos mucho más accesible, y así incentivar a los inversores a que prueben sus diseños antes de decidirse a participar de la campaña.
¿Qué es un juego Print and Play?
Sencillamente, es un juego de mesa que, junto a una impresora color, el papel adecuado, tijeras y pegamento, podés armar vos, en tu casa, en un rato. Así de simple. La mayoría de los publicadores añaden instrucciones de impresión y de armado, incluso el paso a paso para crear un almacenamiento justo para el juego, en algunos casos. Estos juegos se pueden encontrar en Internet muy fácilmente, sabiendo lo que estás buscando. Si no es así, entonces no tenés más que pasar por páginas como boardgamegeek.com (en inglés) o labsk.net (en el subforo específico) y mirar. Muchos títulos de alta calidad tienen versiones gratuitas P&P, así como también juegos de la vieja escuela que han sido reversionados para hacerlos más amigables con tu impresora. Y por el lado más turbio y discutido de la Red también se consiguen títulos conocidos que algunos usuarios publican en forma de P&P, pero que de alguna manera u otra infringen el copyright de los autores.
En el día de hoy quiero llevarlos a dar un paseo por el proceso de la creación de una copia de uno de los juegos que más me han gustado desde que estoy metido en éste fantástico hobby: Tiny Epic Kingdoms, o “Pequeños Grandes Reinos” en su versión en Español, un micro juego de mesa 4X (explorar, expandir, explotar, exterminar) publicado por Gamelyn. Lo que hace este juego fantástico es la versatilidad que tiene; como su categoría lo define, es un juego cuyo objetivo puede ser cumplido desde cuatro distintas estrategias, y su rejugabilidad es inmensa. En el juego los jugadores toman una acción por turno (patrullar, expedicionar, expandir, investigar, construir o cambiar) de acuerdo a lo que su estrategia, y a lo que sus recursos le permitan. La idea es que se llegue a los niveles más altos tanto investigación de magia exclusiva de cada raza, el nivel de la torre y la cantidad de tropas en las tarjetas de terreno, y para eso cada raza tiene una estrategia específica. Una vez que un jugador eligió la acción en la tarjeta, el resto de los jugadores deben elegir o hacer la acción o juntar recursos de acuerdo a cómo tengan sus tropas esparcidas en los distintos terrenos: montaña crea mineral para construir la torre, bosque crea maná para investigar, y llanura crea comida para expandir las tropas. Cuando dos tropas de distinto bando se juntan en un terreno se puede crear una alianza, o se puede ir a guerra, donde los recursos son clave, y donde una de las tropas desaparecerá del “tablero”. Es un juego muy intenso, compacto y divertido.
En un principio sólo tuve acceso al prototipo de TEK, el cual contaba con una fracción del contenido que presenta el juego completo. Sin embargo hoy voy a presentar la creación de la versión Premium P&P de TEK, que se puede conseguir una vez contactados los creadores del juego a través de la página oficial del Gamelyn por la módica suma de 8 USD.
¿Qué contiene específicamente éste Print and Play?
Bueno, el juego consiste casi por completo de cartas; es decir, no hay un tablero, lo cual vuelve su impresión y preparación muchísimo más fácil. La versión gratuita contiene 4 tarjetas de raza, 4 tarjetas de terreno, una tarjeta que representa la torre y lo que hace este juego tan especial: la a tarjeta de acciones. La versión Premium, a su vez, agrega unas 8 razas más al juego, así como 12 cartas de terreno más, y unas fichas especiales para su expansión. Sacando de lado la impresión de éstas tarjetas, se deben agregar por jugador (donde el máximo es 4 para la versión prototipo y 5 para la versión completa) 9 fichas del color del jugador, 7 que se destinarán cómo tropas, 1 para marcar el progreso de la magia y otro el progreso de la torre, más 1 ficha verde, otra roja y otra amarilla para representar los recursos. A esto hay que sumarle 5 fichas para la selección de las acciones, 1 ficha para designar a qué jugador le pertenece el turno, y por último 2 dados de 12 caras, que bien pueden reemplazarse por 4 dados de 6 caras. Ésos serían todos los componentes indispensables para el juego.
¿Cómo es el proceso de armado?
Es bastante sencillo, para ser honestos. Ahora voy a detallarlo junto con un par de fotos para ilustrar el proceso.
Lo primero que hice con los archivos del juego fue traducir todo el texto del inglés al español. Esto no me resultó difícil ya que tengo algo de experiencia con el Corel Draw (lo más complicado fue lidiar con la computadora berreta que tengo que no se aguantaba mucho el proceso de tantas imágenes de alta calidad). Cabe aclarar que no hace falta éste paso, yo lo hice porque en mi grupo de juego tengo gente que no sabe el idioma inglés suficiente para que no presentara problemas a la hora de juego, y por una cuestión de que quería que quedara lo más estético posible. Pero es tan mínima la necesidad de texto que con hacer junto a cada tarjeta de raza una especie de traducción a su lado es suficiente como para que el juego no se vea interrumpido.
Una vez ordenado todo el texto y las distintas tarjetas colocadas bien en las hojas (que, de vuelta, es un paso innecesario; tranquilamente podría haber impreso los archivos tal cual estaban), mandé todo a imprimir. Lo único que sí no se encuentra en los archivos originales es el reverso de las cartas múltiples por hoja, lo cual a mi me jodió un poco.
La impresión la hice en papel común con chorro de tinta, pero si tienen la posibilidad de usar papel de gramaje alto, arriba de los 200 gr, e impresión laser, es muchísimo mejor. Una vez impresas las tarjetas y sus reversos lo que hice fue cortar las tarjetas con mi guadaña, aunque con una buena regla, un buen cutter (trincheta) y una superficie apta para el cortado también se puede hacer tranquilamente.
Obviamente los cortes no me quedaron perfectos, pero dentro de todo estuvo prolijo el trabajo, sólo un poco apurado. Con todas las tarjetas debidamente cortadas me puse a pegarlas con los reversos. En el mejor de los casos recomiendo pegamento en barra, pero en caso de no tener, plasticola líquida y un pincel andan muy bien.
Una vez debidamente pegados frente y dorso de todas las tarjetas lo siguiente fue plastificar. Esto lo hice con papel ‘contact’ transparente, que se consigue en muchas librerías, aunque si andan cortos de plata lo pueden hacer con cinta ancha transparente tranquilamente. El ‘contact’ lo puse sobre la mesa, quité el papel de seguridad y pegué todas las tarjetas lo más juntas posibles entre ellas, y luego hice el proceso al revés: medí otra porción del ‘contact’, lo corté a medida, le quité el papel de seguridad y lo pegué con cuidado del otro lado de las tarjetas. El resultado no fue óptimo, me quedó bastante aire entre las dos capas de ‘contact’, pero entre el apuro y demás no me preocupé. Lo que podía hacer también era pegar el papel plastificante tarjeta por tarjeta, pero lo creí demasiado engorroso para la poca prolijidad que iba a estar ganando. Luego de pegar el papel ‘contact’ solo quedó volver a cortar las tarjetas y ¡Voilá! El juego estaba listo.
Para los otros componentes usé unas tachas que vienen de plástico de colores. Para removerle las tachas solo tuve que calentar un poco el pequeño alfiler con un encendedor y luego sacarlo con una pinza (mucho cuidado acá porque puede resultar en quemadoras y/o pinchaduras). Existen muchos otras alternativas para las fichas, como usar plastilina, muñequitos, piecitas de madera pintadas, etc. Los recomendados por los diseñadores son los famosos y maravillosos “meeples” de madera, pero acá en Argentina son inconseguibles. Además de las tachas, agregué unos peones de un ajedrez que no usaba para la selección de las acciones, y unos dados de 12 caras que compré en mi comiquería local.
¡Y eso es todo! El juego es súper transportable, y se jugó fantásticamente bien. Cada raza tiene su característica única y eso vuelve el juego totalmente impredecible. Todavía no tuve chance de jugar con la expansión, pero por lo que leí en el manual le agrega un sabor muy distinto a la partida.
No puedo recomendar más éste juego porque sinceramente no me parece que haga falta insistir mucho; es rápido, conciso, y tiene un sorprendente equilibrio entre estrategia y pura diversión. Recomendable para todas las edades, para jugar en familia o con amigos, y donde sea ya que no ocupa mucho más que una superficie de 30 x 30 centímetros. Todavía no tengo resuelto en qué voy a guardar el juego. La mejor opción sería conseguir un recipiente de plástico onda “tupper” seccionado para guardar las tarjetas por un lado y todos los componentes por otro, pero esa es ya otra historia.
Escrito por Manuel Bocchia.
quee grandeeeee! usted si q sabe compadreeee
eeseee es mi brotherrrr
Hola, tienen el mail o formulario para contactarse con Gamelyn?
Gracias.!
Juanma, acá te dejo el link: http://www.gamelyngames.com/cms/contact
Sería un detalle publicar los archivos traducidos, claro que no sé si se puede compartir algo por lo que tu has pagado 8 USD.
Una pregunta, ¿los archivos que te vende Gamelyn son editables? me refiero a si no son la imagen sin más sino que tiene capas de texto editable, imagenes, marcos… si es así veo más factible traducirlo, para el que se maneje con CorelDraw o lo que necesite claro.
Alex, desgraciadamente darte los archivos gratis atenta contra los intereses de quienes hacen los juegos.
Saludos